En este texto hacemos un repaso de los proyectos de ley presentados por la Asamblea Legislativa en el período 2022-2024 para legislar sobre la agenda de apertura gubernamental y democracia participativa.
Desde ACCESA apoyamos la implementación de políticas de gobierno abierto e iniciativas de innovación cívica a nivel local
Los gobiernos de todo el mundo han sufrido en décadas recientes de una pérdida de confianza por parte de la ciudadanía. Los vaivenes de la economía, escándalos de corrupción, la creciente influencia de grandes corporaciones, una burocracia entrabada, el poder en aumento de los organismos supranacionales en perjuicio de los estados nacionales; estas y muchas otras características de la política actual se han confabulado para llevar a un cuestionamiento sustantivo de la efectividad de los sistemas democráticos representativos.
Lo que es más, esta democracia representativa, basada en instituciones desarrolladas hace casi dos siglos y demasiado enfocada en procesos electorales, claramente no se encuentra preparada para enfrentarse a una ciudadanía que, gracias a los avances en las tecnologías de comunicación, cada vez demanda más participación y a su vez exige respuestas inmediatas.
Este creciente vacío entre las demandas, preferencias y expectativas de una ciudadanía conectada y la poca capacidad de respuestas de un gobierno inflexible ha llevado a una pérdida de legitimidad por parte de este último y a la búsqueda de nuevas alternativas que mejoren, perfeccionen o profundicen la democracia.
Una de estas alternativas son las políticas de gobierno abierto, las cuales buscan aumentar la transparencia gubernamental, el acceso a la información de interés público y la participación ciudadana en la toma de decisiones. Estas iniciativas incluso han quedado plasmadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, que en sus objetivos 16.6 y 16.7 llaman a “crear instituciones eficaces, responsables y transparentes a todos los niveles” y “garantizar la adopción de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades a todos los niveles”, respectivamente.
En esta línea, ha surgido la necesidad de que no solo el gobierno central, sino también los gobiernos locales implementen políticas de gobierno abierto que sirvan para comunicar información sobre la labor municipal a los ciudadanos, así como para que las autoridades y representantes locales se mantengan informados sobre las preferencias y necesidades de la población. Los gobiernos locales, debido a su tamaño más reducido y al ser el nivel de gobierno más cercano a los ciudadanos, se presenta entonces como una arena privilegiada para la innovación en políticas públicas tendientes al empoderamiento ciudadano que puedan tener un efecto tangible en la calidad de vida de los habitantes.
La Alianza por un Gobierno Abierto -la organización global que trabaja con países de todo el mundo para la elaboración de compromisos que lleven a una mayor apertura gubernamental y a la que Costa Rica pertenece- ha tomando nota de este aumento en importancia del papel de los gobiernos locales y hace unas pocas semanas anunció el lanzamiento de un plan piloto en el que 15 ciudades trabajarán para avanzar reformas de gobierno abierto.
Este movimiento internacional no puede pasar desapercibido en nuestro país. La entrada de nuevos alcaldes, concejos municipales y concejos de distrito el próximo 1° de mayo en los 81 cantones del país abre una oportunidad inmejorable para impulsar ideas frescas e innovadoras que ayuden a cerrar la gran brecha entre municipalidades y ciudadanos. Estas iniciativas pueden brindarle espacios a la ciudadanía para demandar soluciones a sus necesidades y permitirles a los gobiernos locales hacer su labor de manera más efectiva.
Implementar estas políticas y asegurar su éxito en el tiempo, sin embargo, no es fácil. Las buenas intenciones y el entusiasmo son necesarias, por supuesto, pero una política sustantiva de gobierno abierto requiere cambios en la arquitectura institucional, en la cultura democrática de las personas y un compromiso con la justicia social, la solidaridad y la repartición de cuotas de poder. Requiere un aprovechamiento de las más recientes tecnologías de la información y comunicación, pero también un compromiso con formas presenciales de deliberación y toma de decisiones que lleguen a todos los estratos sociales. Requiere de creatividad y audacia para pensar fuera de la caja y ejecutar propuestas pioneras que nadie más en el país esté realizando. Requiere, finalmente, de mucha paciencia para saber comprender que las iniciativas de gobierno abierto no necesariamente tienen resultados inmediatos, pero que a mediano y largo plazo su incidencia en el fortalecimiento de nuestra democracia es invaluable.
Es por esto que desde ACCESA en las próximas semanas vamos a publicar una serie de artículos dedicados a algunas de las iniciativas de gobierno abierto más interesantes a nivel local -desde presupuesto participativo hasta reporte ciudadano, pasando por datos abiertos y plataformas de decisión colectiva- para indagar sobre sus características, obstáculos, contextos apropiados y posibles beneficios, y así impulsar su implementación en las municipalidades del país.
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