Saltear al contenido principal

En el último año más o menos, hemos sido testigos de un aumento del esfuerzo concertado entre legislaturas y organizaciones de monitoreo parlamentario (PMO, por sus siglas en inglés) para impulsar juntos una mayor transparencia y rendición de cuentas de sus propias instituciones democráticas y buscar formas de afianzar estos valores de una manera concreta más allá del respaldo y la promoción de la Declaración sobre la apertura del Parlamento.

La Alianza para el Gobierno Abierto, que fue fundada inicialmente para fomentar el desarrollo y ejecución inclusivas de los planes de gobierno abierto, se está convirtiendo en una red que agrupa tanto a los gobiernos como a los parlamentos, ofreciendo principios, mecanismos y directrices para ambas instituciones. En sólo cinco años, la Alianza ha crecido a más de 60 miembros de gobiernos nacionales, y ahora las legislaturas se están uniendo también al redil.

Esta es una gran noticia, sin embargo, al igual que con la mayoría de los cambios a gran escala, las buenas intenciones no son suficientes para hacer un plan de parlamento abierto verdaderamente exitoso y sostenible. El objetivo es poner en marcha un proyecto y lograr que se convierta en un recurso significativo – no verlo naufragar después de un lanzamiento simbólico debido a que en realidad no se acopla con la amplia gama de actores comprometidos con el aumento de la transparencia legislativa para estimular el compromiso cívico y la supervisión.

Es por eso que la adopción de las mejores prácticas de participación cívica es crucial. Gracias a una invitación de la Embajada de Canadá y el apoyo de ParlAmericas, recientemente tuve el honor de participar en la puesta en marcha del plan de parlamento abierto de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, donde hablé con franqueza acerca de estos temas. Debido a que de ningún modo son únicos a un país, decidí compilar una lista de los diez fundamentos a tener en cuenta al abrir un parlamento.

  1. El lanzamiento de un plan es sólo el “fin del principio”

Así que se ha decidido poner en marcha el plan, pero ¿ahora qué? ¿Cómo se construye la comunidad dedicada que se requiere para hacer de este proyecto un éxito? Sabemos que el modelo de “constrúyelo y ellos vendrán” (por ejemplo, crear un portal de datos abiertos con algún conjunto de datos abiertos y esperar que los usuarios vengan) simplemente no funciona. Los datos abiertos pueden tener muchos beneficios – la palabra clave siendo “pueden”. Para que el proyecto funcione de verdad, involucrar y capacitar a los ciudadanos y las partes interesadas es una necesidad absoluta.

  1. Definir, definir, definir

Es necesario hacer frente a la terminología que enmarca la forma en que la iniciativa se concibe y se pone en marcha, ya sea a través de políticas, directrices o licencias. Esto significa centrarse en las definiciones de términos tales como “datos abiertos”, “nuevos datos” (y sí, incluso más simplemente, “datos”) y hacerlo antes o mientras se trabaja en hacer los datos disponibles. Pero tenga en cuenta que este proceso no debe ser de arriba hacia abajo. Debido a que el objetivo es crear una comunidad datera comprometida, la terminología escogida debe reflejar la visión común que ha sido definida por todas las partes implicadas.

  1. Dejar que la gente lidere el proceso

Es necesario aplicar el principio de “diseñar con y no para” los usuarios al crear herramientas de tecnología cívica y mecanismos para el parlamento abierto, como las peticiones electrónicas, bases de datos accesibles o herramientas de educación en línea. Con el fin de involucrar realmente a los usuarios, se necesita una comprensión crítica de los perfiles de usuarios y aplicar procesos de co-diseño. Recuerde, estas herramientas de participación están destinadas a beneficiar a los ciudadanos – es necesario que sean creados con su retroalimentación y comentarios.

  1. Esto es parte de un movimiento internacional

Sumarse a la agenda de parlamento abierto es unirse a una creciente lista de legislaturas, como las de Ucrania y Georgia, que se esfuerzan por aumentar la transparencia y la rendición de cuentas. Hay un cambio cultural en juego cuando se mueve hacia adelante con esta iniciativa, y hay que tener en cuenta y apoyar a las personas, incluidas aquellas que manejan datos legislativos y las mismas legislaturas, que pueden tener diferentes percepciones con respecto a riesgos y temores. Conéctense a las comunidades regionales y globales, como las de la Alianza para el Gobierno Abierto, para conocer de buenas prácticas y ser parte de redes de apoyo. 

  1. Conozca sus datos

La adopción de un enfoque de resolución de problemas para utilizar los datos ayuda a focalizar la colaboración en resultados productivos y de alto impacto. Es necesario identificar la demanda de datos abiertos mediante la conexión con las comunidades que ven el valor añadido de tener datos legislativos disponibles. Este proceso le permitirá establecer los datos disponibles que se están buscando en realidad, los datos que deberían estar disponibles pero no lo están, o los datos no existentes que podrían generarse por los productores y gestores de datos en la Asamblea Legislativa.

  1. Establecer las bases para el futuro

Los cambios estructurales a largo plazo deben tenerse en cuenta desde el principio, como cuales estándares legislativos o APIs se van a adoptar. Si ya está en el proceso de cambiar comportamientos y procedimientos (al, por ejemplo, formatear las transcripciones o leyes de manera diferente), entonces ¿por qué no hacerlo de acuerdo a las mejores prácticas internacionales y conectarse con las comunidades existentes que mantienen estos estándares? (Haga clic aquí para ver nuestra lista de normas legislativas de datos) Así su iniciativa de parlamento abierto puede convertirse en una plataforma para la innovación en toda la región.

  1. Aprender los conceptos básicos

El objetivo es empoderar a los ciudadanos -y a los súper usuarios de datos como son los periodistas de investigación- para manipular los datos, no sólo para consumirlos. La alfabetización de datos es, por lo tanto, de una importancia crítica. El parlamento y las organizaciones de la sociedad civil pueden colaborar para proporcionar la formación de destrezas, mediante la organización, por ejemplo, de reuniones  de parlamento abierto mensuales dentro del parlamento (que también es una forma sencilla de enviar un mensaje de apertura). ¿La clave para este paso? La frecuencia y la preparación. Estas actividades deberán llevarse a cabo de forma regular, con el fin de alargar el proceso de colaboración y facilitar las oportunidades de aprendizaje entre pares.

  1. Romper las barreras

La comunicación abierta es fundamental para abrir los datos. Es por eso que sus principios se deben promover activamente entre los gestores y productores de datos, para así animarlos a ser accesibles con los usuarios de datos. Al dar a los usuarios un acceso directo a los responsables de la producción y gestión de datos – ya sea para hacerles preguntas, probar ideas de proyectos o discutir el contexto de las bases de datos – se maximiza el impacto de la iniciativa.

  1. Las cosas buenas toman tiempo

El apoyo a una cultura sensible al cara a cara con la comunidad de usuarios de datos es imprescindible, y una de las mejores maneras de hacerlo es reconociendo abiertamente los fracasos y éxitos. Lo sé, dar un paso atrás y reflexionar honestamente sobre una situación es difícil para las personas, ni hablar para las instituciones. Es por eso que un enfoque incremental es esencial. Éste es un proyecto a largo plazo. No se debe asumir que los grandes éxitos serán instantáneos. Recuerde, incluso si los datos accesibles hoy no generan innovación en el corto plazo, pueden sin duda hacerlo más adelante en el camino. Proporcionar buenos metadatos es, por lo tanto, esencial.

  1. Llamada a la acción

Si su legislatura está haciendo este compromiso, ayude a que las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones de monitoreo parlamentario se involucren con él. Estas organizaciones pueden abogar por los ciudadanos, pero los ciudadanos necesitan en última instancia comprometerse, explorar y hacer preguntas a través de las nuevas herramientas de comunicación de dos vías construidas a través de la iniciativa de parlamento abierto, para así discutir los temas de transparencia y rendición de cuentas que potencialmente pueden ser resueltos por medio de datos abiertos legislativos.

Pueden leer la versión original de este artículo aquí.

Autor

Esta entrada tiene 0 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba