El pasado 17 de marzo realizamos en conjunto con Gobierno Abierto Costa Rica un webinar enfocado en cómo los datos pueden contribuir a la prevención de la corrupción, con énfasis en experiencias desde la contratación pública y el periodismo.
Este es el segundo de una serie de cuatro artículos y materiales audiovisuales en donde exploramos cómo las contrataciones abiertas y el uso de datos abiertos pueden contribuir a prevenir la corrupción e impulsar la economía.
Las contrataciones públicas mueven grandísimas cantidades de dinero –entre un 13 y 15% del PIB costarricense, según estimaciones-, por lo que los gobiernos están obligados a establecer sistemas de contrataciones que resguarden el interés público con eficiencia y transparencia. No obstante, como lo han demostrado las recientes revelaciones del caso Cochinilla, en la práctica los procesos de contratación pública en Costa Rica muestran debilidades que los hacen susceptibles a la corrupción y al fraude.
Una de las claves para cambiar esta situación es implementar un enfoque de contrataciones abiertas para todo el sector público, el cual ha dado resultados positivos en la región, y para el que es esencial la publicación de la mayor cantidad de datos abiertos y estructurados sobre todas las etapas del proceso de contratación, desde la planeación de un procedimiento hasta la recepción de los bienes, obras o servicios finales.
Es por eso que en este artículo compartimos algunas apreciaciones sobre los cambios específicos que se pueden impulsar a corto plazo en nuestro sistema digital unificado de compras, el SICOP, para mejorar el estándar de publicación de datos de contrataciones y fomentar procedimientos más transparentes y con mayor rendición de cuentas.
¿Cuál es nuestra situación actual?
Luego de un largo y tortuoso camino, el Ministerio de Hacienda ha logrado que la gran mayoría de instituciones públicas utilicen el SICOP para conducir sus procedimientos. Y si bien en esta plataforma se publican los expedientes electrónicos de cada adquisición con una cantidad apreciable de información (particularmente para las etapas de licitación, convocatoria y contratación), acceder y comprender esta información sigue siendo una tarea compleja.
Los buscadores son confusos, no todos permiten bajar la información consultada, no hay glosario de datos ni explicaciones sobre los conceptos utilizados, falta información procesable sobre todos los actores que intervienen en una adquisición, los datos que se publican todavía no se acercan al estándar ideal de apertura, los errores de datos en la fuente son comunes y hay información que únicamente se encuentra en cada expediente individual pero no se puede descargar en una base de datos consolidada.
Además, la información brindada sobre la ejecución de los contratos es insuficiente, el diseño del sitio es obsoleto, la institución encargada de la plataforma –RACSA– no suele responder a solicitudes de información y la plataforma carece de funcionalidades importantes como, por ejemplo, un sistema de alertas para identificar procedimientos incompletos o con información dudosa o incorrecta.
En términos generales, el SICOP no está optimizado para la rendición de cuentas y el uso de datos abiertos. Su propósito está más relacionado con la competitividad y la eficiencia por lo que las secciones de datos abiertos o consulta ciudadana son una adición tardía que, si bien es bienvenida, todavía tiene mucho por mejorar.
¿Cuáles cambios debemos impulsar?
En mayo pasado la Asamblea Legislativa aprobó una nueva Ley General de Contratación Pública que es más específica y completa con respecto a la información que debe ser publicada en el SICOP. Sin embargo, considerando que la nueva ley entrará en vigencia hasta finales del 2022 y que la corrupción no conoce de transitorios ni períodos de vigencia, es necesario avanzar desde ahora en las siguientes acciones concretas que pueden contribuir a que el SICOP asuma un verdadero enfoque de contrataciones abiertas:
- Las instituciones deben mejorar la publicación en SICOP de información relacionada con el avance, el desempeño y la finalización de los contratos, incluidos cronogramas actualizados, justificaciones técnicas de las modificaciones contractuales, informes de avance y evaluaciones de calidad de las obras, bienes o servicios que reciben. De esa forma se pueden empezar a llenar muchos de los vacíos informativos que existen sobre esas etapas finales del proceso de contratación.
- El SICOP debe integrar un buscador de contratos y de órdenes de pedido. Técnicamente esto no debería ser tan difícil, ya que esta información se encuentra disponible en cada expediente de contratación y cada contrato u orden cuenta con su propio código. Pero para aquellos usuarios que quieran descargar datos en masa para potenciar el análisis o hacer búsquedas más amplias por institución o período o proveedor, es vital que esta información pueda ser consultada a través de buscadores y sea descargable en formatos estructurados.
- La sección de datos abiertos del SICOP debe fortalecerse muchísimo. Si bien tiene un buscador de proveedores, no permite descargar la lista completa de éstos. Y lo que es más preocupante, aún cuando se puede descargar una base de datos de adjudicaciones, ésta sólo registra el monto del contrato original, pero no integra los montos adicionales sumados por modificaciones al contrato y por órdenes de pedido.
- El SICOP debe incluir módulos con información de subcontrataciones. Esta información actualmente no se está registrando, excepto en los documentos de las ofertas, los cuales se encuentran en PDF por lo que no pueden ser procesados por computadoras. Si existiera una sección o módulo para subcontrataciones, se podría llevar un mejor registro y control sobre cuáles son todas las empresas que se están beneficiando de las compras públicas.
- Las mejoras al SICOP y proyectos como el futuro Observatorio de Compras Públicas que anunció el Ministerio de Hacienda en enero, deben gestionarse en consulta permanente con sus potenciales personas usuarias. Un sistema digital de compras públicas no puede manejarse solamente desde la visión de quienes lo administran, sino que debe integrar a las instituciones, los proveedores y la ciudadanía.
- El Ministerio de Hacienda debe iniciar el camino para implementar el Estándar de Datos para las Contrataciones Abiertas (OCDS), el cual está siendo utilizado por más de 30 gobiernos a lo largo del mundo. El OCDS no solo mejoraría la calidad de los datos, sino que también facilitaría, por ejemplo, establecer sistemas de banderas rojas para alertar sobre riesgos de corrupción. En Costa Rica el Poder Judicial recientemente empezó a adoptar este estándar, por lo que ya hay una experiencia local de la que se puede aprender.
- Aún cuando casi todo lo que proponemos se podría implementar en un corto o mediano plazo, tenemos serias dudas sobre si RACSA es la institución adecuada para hacerlo. La entidad que maneje los datos del SICOP debe tener la disposición y capacidad para mejorar constantemente la plataforma, publicar los datos con el mayor estándar de apertura posible, impulsar procesos de mejora continua en consulta con los diferentes actores y atender oportunamente a las dudas o solicitudes de información. En ese sentido, RACSA debe decidir si será un obstáculo o un facilitador para las contrataciones abiertas.
¿Con eso basta?
Mejorar la calidad y la cantidad de los datos disponibles en el SICOP es un paso necesario para acercarnos a implementar los principios de contrataciones abiertas, pero si de verdad queremos mejorar la toma de decisiones con respecto a compras públicas y prevenir las posibilidades de corrupción, debemos enfocarnos en sacarle mayor provecho a la inteligencia de datos y en impulsar mecanismos de participación y fiscalización ciudadana para que diferentes actores utilicen esta información, no solo para prevenir la corrupción, sino también para diferentes fines de desarrollo económico y social y de incidencia pública.
Específicamente en términos de prevención de la corrupción, el cruzar los datos del SICOP con las bases de datos de beneficiarios finales, información tributaria y declaraciones de intereses y patrimonio sería un avance muy significativo. ¿Pero podemos acceder y cruzar estos datos actualmente en nuestro país? En los próximos dos artículos explicaremos más a fondo cómo esta información puede sernos tremendamente útil para evitar otro caso Cochinilla.
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